Monte de Sancha fue originalmente publicado en 1950 y ya entonces era una de las primeras testimonios en que la Guerra Civil Española quedó separada de la imperial referencias y un lenguaje mesiánico y providencialista desarrollado para exaltar las virtudes o las atrocidades cometidas por un lado u otro. En las intenciones de Mercedes Formica ha sido el de destacar el nacimiento en horror inesperado