Ficción con trasfondo histórico que comienza cuando un voluntario con una ONG ha realizado un informe sobre el tráfico ilegal de asentamientos en territorios palestinos. Esto les pone en contacto con Ezequiel Zucker, un viejo hombre que él relata su historia se remonta a la Rusia zarista, a finales del siglo XIX; a su vez, mientras ella muestra su versión de parte de Palestina. Samuel Zucker y su familia de estirpe judía, son cruelmente perseguidos por el régimen zarista a causa de su fe y razón que conduce a Samuel de renegar el Judaísmo y adherirse romanticamente al socialismo, viendo en esta ideología una expresión de libertad e igualdad. Obligados a huir hacia la Tierra Santa, imparerete a Ahmed Ziad, un árabe, que junto con la vuestra, se compromete en estrechas relaciones con el Zucker, no importa su diferencias religiosas y les ayuda a ser establecida. Samuel, sentimentalmente inestable, después de varios preliminares, casa y tiene dos hijos. Avanza el siglo XX y la comunidad judía es todavía víctima de ataques, hasta la segunda guerra mundial con los nazis opprobrium que alcanza la Zucker: detenciones, torturas de la Gestapo, en los campos de concentración, etc. para vuestro tiempo, son la forja hostilidades entre judíos y palestinos, el lento proceso que con la partición en 1948, consolida y crece. El libro que culmina con un final inesperado. Amplio y ambicioso trabajo que representan las vicisitudes de dos saghe familiares cuya acción se desarrolla en diversos escenarios como San Petersburgo, en Jerusalén, en París o en Toledo y se detiene sobre la descripción de la fuerza de una amistad que sobrevive a través de distintas generaciones. Sus protagonistas y los numerosos secundario de encarnar las aventuras arriesgadas en una crónica muy bien documentado acerca de los grandes acontecimientos históricos del siglo xx alrededor de los judíos, hechos entrelazadas con pequeñas historias humanas en el c es amor, sufrimiento, emociones y rencores, todo esto está narrado con sencillez y agilidad. Dado el tema, son inevitables notas de crudeza y violencia, también de naturaleza sexual, sin detenerse en detalles robusto. Vemos una defensa de la paz y la coexistencia independientemente de las convicciones y el modo de pensar. En este deseo de reivindicación de una sociedad en la que todos son capaces de coexistir resbala comentarios sobre el sentido de igualdad de las religiones pero siempre en modo respetuoso y evidenciando la generosidad y heroísmo de los distintos representantes católicos.