En las ciudades fiel a la República que se resisten a la sublevación de 1936, en medio de una histeria colectiva sofocante, las calles están inundadas con desconfianza y proliferan improvisado en las cárceles del mismísimo checo, improvisados e incontrolada casi siempre, donde la tortura adquiere un endurecimiento de la difícil de batir. Tomás Borrás ecos que histeria, el miedo colectivo de la quinta columna que es emboscadas en cada casa y justifica la crueldad y la brutalidad sin igual. Publicado por primera vez en 1939, la República Checa de Madrid es en este sentido un espressionista, box por los horrores de la guerra civil española. Hay dos referentes: por un lado, la estética de Goya negro; otro, syncopated modalidades del cineasta. Acabado en pleno del concurso, el trabajo trasciende su condición de discusión antirrepublicana para convertirse en la stark expresión de horror por una prosa tan desnudo como directo. Tomás Borrás (1891-1976) es uno de nuestros más notable narratori y drammaturghi de principios de siglo. Su proverbial phalangist lignaggio, junto al círculo de Ledesma Ramos y Giménez Caballero, así como su posterior colocación en el régimen de Franco y explicar la inmerecida olvido, sin duda, de su obra literaria. Sin embargo, es más que notable para su novela Dark heroísmo (1939), o su innovadora producción teatral, pero sobre todas estas Czech Madrid, novela riguroso y ordenadamente a cargo de Álvaro López Fernández y Emilio Peral Vega.